Valle de Cieza a Cabuérniga
Un domingo más, ADALA bate record de participación en sus marchas (por algo será). La salida, no fue muy buena, el tiempo no acompañaba y la lluvia se hizo sentir. Sin parar de llover, llegamos a nuestro punto de salida en Villayuso de Cieza. Pertrechados a tope con "apachuscos" para la lluvia, comenzamos la marcha. Poco a poco, fue disminuyendo la fina lluvia, a medida que comenzamos la subida, suave y con los tonos propios del invierno. Adentrándonos en el monte Cieza Sur, es como si estuvieras en otro lugar, esperando que en cualquier momento apareciera algún ser mitológico. Árboles centenarios, parasitados por líquenes y musgos, hacen del bosque un lugar encantado. El paso por el mismo, se hizo corto, absortos y disparando nuestras cámaras, ante tal lugar, el tiempo volaba. Continuado la marcha, el tiempo, siempre cambiante con sol, niebla y algo de lluvia. Toda la ruta, una maravilla reconfortante para la visión, eso sí, apoderándose el cansancio por las horas de marcha.