Pico El Moro

La tarde prometía, después de un bochorno durante toda la mañana, decidimos subir al Moro ya que tiene bastante sombra y se podía llevar bien. Aparcamos en el Barrio La Pared, las últimas casas después de pasar el puente sobre el Calera, desde allí subida entre avellanos y prados que en estas épocas todavía están muy verdes. Cuando mejor se estaba empezó a aparecer la niebla, enemiga de todos los que nos gusta la montaña, así todo continuamos la marcha, variando la misma debido al fenómeno que nos venía encima.
No hemos podido subir a la cima del pico en cuestión, pero el disfrute de la marcha que ha discurrido entre montes de encinas, enebros, avellanos, monte bajo y algunos autóctonos más ha sido estupendo. Al final, ha hecho aparición la lluvia, agradecida debido al calor sofocante producido por la humedad reinante. La bajada, tranquila hasta llegar de nuevo hasta donde se encontraba nuestro medio de locomoción, algo mojados pero felices por el buen transcurso de la marcha.


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