Pico Valdominguero
El domingo se presentaba dudoso, después del madrugón vimos como el cielo estaba nublado y no se presagiaba un buen día, aparentemente. La salida como siempre, el viaje sosegado debido al adormimiento de los pasajeros.
La parada de rigor en Unquera y hoy mi crítica para el pan que es caro y no está muy bien para el precio.
La carretera desde Arenas de Cabrales a Sotres, como que no es muy buena, los 4 km que se continúa hasta el aparcamiento desde donde empieza la marcha, pues tela de mala. La niebla fue nuestra compañera, cada vez mas cerrada a medida que nos íbamos acercando a la salida de la ruta.
Ohhhh! todo cubierto, aunque la esperanza estaba ahí. Subida hacia el Casetón de Ándara, restos de la zona minera hoy en día convertido en refugio de montaña bien aprovechado.
Al poco rato de caminar, el sol aparece tímidamente, menos mal que ya nos acompaño en todo el recorrido, eso sí con algunos conatos de echarse la niebla de nuevo. Antes de llegar al citado
Casetón pero teniéndole a la vista, giramos hacia la derecha para coger la ruta que nos iba a llevar hasta el Pico Valdominguero (2.265).
Solamente nos quedaba disfrutar de la marcha, de las majadas (refugios de los lugareños) que nos hemos encontrado por la ruta y de los picos y neveros que había. Todo esto aderezado de una flora magnifica que ponía un colorido espectacular.
Al fondo nuestro objetivo, la verdad que no parecía muy así. Subida un poco dudosa hasta encontrar la buena pero ha merecido la pena. Ya en la cima, la cámara como loca no paraba de disparar, sin saber hacia donde mirar el objetivo. Después del disfrute panorámico nos esperaba la bajada, no difícil pero poniendo precaución en la misma, llegamos a buen término (un mullido prado de hierba) donde hicimos acopio de fuerzas entre risas y buena armonía de todos los componentes.
Lo que seguía era el retorno, por el mismo camino hacia el Casetón de Ándara de nuevo no sin antes visitar una majada en un antiguo lago, el cual fue volado y vaciado para que no corrieran peligro los mineros en sus galerías. Un poco antes de llegar al autobús, la niebla hizo su aparición, pero ya como que nos daba igual. Como siempre, una maravilla de marcha, buenos compañeros de viaje y buen ambiente en el regreso. Gracias a todos por éste día.
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